aire blanco

aire blanco

白い空気とその命

a i r e b l a n c o

aire blanco nos traslada a ese instante donde la tierra respira en blanco y la belleza se vuelve silencio. El mundo se detiene y nos permite contemplar cada montaña, árbol o rama convertido en una escultura. El blanco níveo es el protagonista absoluto de esta historia y nos lleva a conciliarnos con una naturaleza pura, sencilla y verdadera.

Las imágenes de “aire blanco “se presentan como fragmentos reales descontextualizados, huyendo de la precisión descriptiva y envueltos en un aura de irrealidad para invitarnos a imaginar nuevos mundos donde el resurgir de lo natural pueda ser una realidad. Se muestran paisajes, árboles, huellas en el camino… en definitiva, una realidad cotidiana de un remoto lugar, mostrada a través de una interpretación emocional y poética para destacar la belleza de la sencillez.

Los elementos que aparecen en aire blanco bien podrían formar parte de un decorado minimalista siendo los protagonistas la nieve, la bruma, la tormenta y la luz que envuelve el ambiente.

Las imágenes han sido realizadas en una isla ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Sus orígenes volcánicos son evidentes, coexistiendo numerosos microclimas, pero realmente lo más importante es que la vida se debate entre lo ordinario y lo extraordinario, entre lo real y lo representado.

Nuestro imaginario europeo asocia isla a un lugar cálido con bellas playas rodeadas de palmeras, pero nada más lejos de la realidad en este lugar conocido como Camino del mar del norte. En invierno, debido al clima continental húmedo, la tendencia general en la isla es el aislamiento por tormentas de nieve. No es fácil el día a día coexistiendo con esas duras condiciones climatológicas. Los habitantes, se han adaptado a estos paisajes minimalistas, desprovistos de elementos superfluos.

La leyenda cuenta que los primeros pobladores de la zona, los Ainu nacieron de la relación de un lobo blanco con una diosa, lo que evidencia la cercanía de estas tribus con la naturaleza. Esto también se demuestra en sus creencias animistas en la que todo se venera, así como un animal puede tener espíritu, un árbol, un río o una montaña, también lo tienen.

Ante una huida del caos y el devenir cotidiano basado en la destrucción del medio natural, estos paisajes nos transportan a espacios atemporales que nos trasladan a un remoto pasado o que igualmente pueden hablarnos de su delicado futuro.


Fotografía de arquitectura, interiorismo y venta de obra fine artcreado en Bluekea